La pata de ganso es una estructura anatómica que esta compuesta por los tendones de los siguientes músculos:
Sartorio: Va desde la parte externa de la cadera hasta la cara interna/medial de la rodilla (pata de ganso). Su función es la flexión de rodilla y rotación externa de cadera.
Recto interno: Va desde la sínfisis púbica hasta la cara interna de la rodilla (pata de ganso). Su función es la aducción de cadera y la flexión de rodilla.
Semitendinoso: Va desde la tuberosidad isquiática hasta la cara interna de la rodilla (pata de ganso). Su función es flexión de rodilla y extensor de cadera.
La contracción de los tres músculos anteriores da como resultado la flexión y la rotación interna de rodilla.
Además de los tendones nombrados anteriormente, la pata de ganso también esta compuesta por una bursa anserina.
La bursa es una bolsa llena de líquido que hace de colchón entre el hueso y los tendones. En un 66% de los casos la bursa se encuentra entre los tendones de la pata de ganso y la superficie ósea de la tibia, en un 20% entre el ligamento colateral medial y los tendones de la pata de ganso y en el 14% restante se puede localizar únicamente entre los tendones de la pata de ganso.
Podemos identificar una lesión en la pata de ganso cuando existe dolor en la cara interna de la rodilla, cuando este dolor aumenta durante el reposo y disminuye cuando se realiza ejercicio físico y cuando a la presión mantenida encima de la estructura tendinosa hace aparecer un dolor agudo. También puede aparecer líquido, inflamación e incluso dar sensación de inestabilidad en la rodilla.
Los movimientos que hacen que la pata de ganso produzca son los de flexo-extensión de rodilla; al correr, subir y bajar escaleras o pendientes, al levantarse e incluso en una posición forzada de cuclillas o sentadillas.
Muchas veces cuesta diferenciar el dolor de la pata de ganso con el dolor que puede provocar una lesión en el ligamento colateral medial, ya que puede darse una sintomatología parecida. Por eso es muy importante que a parte de realizar una correcta exploración física, se acompañe de una prueba de diagnóstico por imagen (por ejemplo a través de la ecografía e incluso si se precisa, una resonancia magnética).
Cuando localizamos una lesión en la pata de ganso debemos saber que puede ser una lesión por inflamación, por sobrecarga de los músculos asociados o bien por degeneración del tejido que la forma. También debemos poder diferenciar con ayuda de las pruebas de diagnóstico por imagen que hemos mencionado anteriormente si se trata de una lesión tendinosa o bien una lesión de la bursa anserina.
Si se trata de una lesión tendinosa la nomenclatura correcta es llamarlo tendinopatía (concepto que engloba las lesiones por sobrecarga del tendón y las estructuras que lo rodean, como el paratendón o la entesis). Describe un cuadro clínico en el que están presentes en mayor o menor medida, tres componentes: dolor, inflamación e impotencia funcional.
Dentro de este grupo de lesiones encontramos la tendinosis (sobrecarga y degeneración de las fibras del tendón), tendinitis (cuando existe un proceso inflamatorio en el propio tendón), paratendinitis (cuando existe una inflamación alrededor de las fibras tendinosas) y entesopatias (cambios degenerativos en la inserción del tendón).
En cambio, cuando se trata de una lesión en la bursa anserina, es llamada bursitis, y quiere decir que la bolsa de líquido que compone la bursa anserina se ha inflamado o irritado.
Como tratamiento conservador para cualquier tipo de tendinopatía se realiza descarga manual de los músculos (de los tendones afectados) en este caso realizaríamos una descarga manual de músculo sartorio, recto interno y semitendinoso. También podemos utilizar hipertermia profunda para reducir el dolor agudo y bajar la posible inflamación.
Si la tendinopatía se encuentra en una fase muy crónica (como la mayoría de las veces), el tratamiento conservador muchas veces no es suficiente para curar la lesión, y se utiliza la electrólisis ecoguiada y ejercicios excéntricos para estimular el tejido dañado en el tendón. También se pueden utilizar factores de crecimiento para dar una estimulación mayor al tendón, aunque siempre combinados con el trabajo excéntrico.
Además, existen infiltraciones de corticoides, aunque debemos saber que estas pueden provocar efectos adversos no deseados. En último lugar estaría la cirugía.
En el caso de que exista una bursitis, el tratamiento es exactamente el mismo, aunque existe la posibilidad de que un médico pueda aspirar el líquido inflamatorio de la bursa.
Y por último, no olvides que en el caso de tener una lesión en la pata de ganso, lo mas recomendable es que vayas a ver a un podólogo deportivo, para que haga una revisión de tu pisada, ya que probablemente allí esté el origen del problema, además de una posible descompensación muscular.