Existe una gran controversia entre médicos e investigadores sobre el nombre, la definición, los síntomas, las causas y el tratamiento de los trastornos temporomandibulares. Como resultado, muchas personas con TTM deben consultar a varios médicos y odontólogos antes de obtener un diagnóstico y un tratamiento correctos.
La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación de la mandíbula. Los trastornos temporomandibulares (TTM) se refieren a un grupo de condiciones que afectan la articulación temporomandibular, así como los músculos que controlan la masticación. Aunque los términos ATM y “trastorno de ATM” se suelen usar para describir los trastornos relacionados con esta articulación, el término que se está convirtiendo en el aceptado es TTM.
Debido a que no se logra llegar a un acuerdo con respecto a estos trastornos, no sabemos con certeza cuántas personas padecen TTM. Para la mayoría de las personas, el malestar es temporal y varía con el tiempo. Solo un pequeño porcentaje padece problemas graves a largo plazo. El TTM parece afectar a las mujeres más que a los hombres.
La articulación temporomandibular conecta el maxilar inferior (mandíbula) al hueso temporal al costado de la cabeza. Puede sentirla a ambos lados de la cabeza si coloca los dedos por delante de las orejas y abre la boca o mueve la mandíbula de lado a lado.
La ATM está compuesta por dos secciones separadas por un disco, que amortigua los movimientos provenientes de la masticación y otros movimientos en la mandíbula. Este sistema, junto con los músculos conectados a la articulación y los que la rodean, permiten que la mandíbula se mueva hacia arriba y hacia abajo, hacia delante y hacia atrás, y hacia los costados. Este movimiento le permite hablar, masticar, y tragar. Cualquier factor que evite que las articulaciones y los músculos funcionen en conjunto correctamente puede contribuir al TTM.
Los expertos consideran que el TTM surge a causa de varios factores que interactúan. Sin embargo, no existe un consenso con respecto a los factores específicos involucrados y las funciones que desempeña cada uno. Estos factores pueden contribuir a la aparición del TTM:
- Traumatismo en la mandíbula o en el cuello
- Artritis de la articulación
- Hábitos orales, como rechinar los dientes, apretarlos o morderse los labios
- Problemas de mordida que afectan la forma en que se cierran los dientes
- Tensión muscular
Las condiciones psicológicas, como la depresión y la ansiedad, también se relacionan con el TTM.
Los síntomas del TTM incluyen lo siguiente:
- Dolor o malestar en las articulaciones de la mandíbula y alrededor de estas, en los oídos o los músculos de la mandíbula, el rostro, las sienes o el cuello
- Dolores de cabeza
- Movimiento limitado o enganche de la mandíbula
- Problemas para masticar
- Sonidos dolorosos como chasquidos, ruptura o chirridos cuando mueve la mandíbula
- Problemas en el oído, como dolor o sensibilidad al ruido o al viento
- Disminución de la calidad de vida
Afortunadamente, el TTM suele ser temporal. Puede desaparecer solo o con un tratamiento médico. El TTM crónico o debilitante solamente afecta a un grupo reducido de personas.
Diagnosticar el TTM puede ser difícil debido a la falta de evidencia científica y las controversias relacionadas con el trastorno. La mayoría de los casos se diagnostica sobre la base de su propia descripción de los síntomas, su historia clínica y odontológica, y una exploración física de la mandíbula, la cabeza y el cuello.
El tratamiento se debe adaptar a sus síntomas y a los factores contribuyentes. Puede ser difícil de resolver, por lo que el tratamiento se enfoca en el control de los síntomas y el restablecimiento de las funciones. Por lo general, lo único que se necesita es un tratamiento simple para aliviar el malestar y restaurar el funcionamiento correcto. La mayoría de los médicos e investigadores recomienda un tratamiento médico que no cause cambios permanentes en la estructura o la posición de la mandíbula o los dientes.
Las prácticas de cuidado personal que suelen aliviar los síntomas del TTM incluyen aplicar calor o frío y evitar los movimientos que sobrecargan la mandíbula, como mascar chicle, reírse o bostezar con la boca abierta. Otros tratamientos médicos incluyen el manejo del estrés, fisioterapia con ejercicios que puede hacer en el hogar y medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación. Los dispositivos orales, conocidos comúnmente como “férulas” o “protectores nocturnos, se suelen usar para ayudar a disminuir el acto de apretar o rechinar los dientes, así como para aliviar la sobrecarga en las articulaciones y los músculos.
Para las personas que tienen una evolución más crónica, resulta útil agregar terapia cognitivo-conductual (TCC) para aliviar el dolor y la depresión relacionados con el TTM. La TCC es una estrategia de solución de problemas que lo ayuda a modificar lo que piensa de los síntomas del TTM y la forma en que los controla.
Si cree que tiene TTM, hable con su odontólogo o su médico. Si es necesario, lo derivarán a un odontólogo que se especialice en dolor orofacial.
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